Luego de los primeros amores, de la aventura comunitaria con el Centro Latino de la Cultura, de impartir clases de títeres, cantar en los buses y provocar a las instituciones, Castaño fundó la agrupación María Sabina y regentó el legendario bar Tocata y Fuga en el Barrio La Merced en Bogotá.
Se convirtió en las montañas de Cundinamarca, donde se evocó a su amada Violeta, Parra y hace algunos años, regresó a la ciudad para seguir cantando canciones, esta vez con el cuarteto Boleros Azules. Hablamos con Beatriz Castañón de amores, luchas, poetas, cantantes y montañas.
Escúchelos todos los domingos de 9 a 11 de la mañana.
Emisión 07 de julio 2019